Escrito por Ángela Domínguez 14/06/2021
“El espíritu olímpico no es ni la propiedad de una raza ni de una época.”
Pierre de Coubertin
El origen
El Movimiento Olímpico es la representación de los valores en el deporte. Es el culto al cuerpo, al esfuerzo y la capacidad de superación. Un encuentro entre las diferentes culturas del mundo, las personas y los sentimientos.
Palabras como alto rendimiento, talento o exigencia aparecen en torno a esta palabra que define las diferentes realidades a las que tienen que enfrentarse deportistas y técnicos.
Lo podemos ver cada día en las salas de entrenamiento, las piscinas o las canchas de baloncesto donde niños, niñas y jóvenes descubren sus motivaciones a través del deporte. En la escuela, el campamento de verano o su club de toda la vida. Son estos los lugares donde se despierta su curiosidad, aprenden valores o conocen el valor de la palabra equipo.
Cuando hablamos de olimpismo hablamos de compromiso y liderazgo, ambos responsables de que existan torneos, concentraciones y récords mundiales. Aunque no sea fácil y toque enfrentarse a lesiones, malas rachas, bloqueos y situaciones personales complicadas.
El Movimiento Olímpico es una gran idea aceptada por todos los que participan, tanto deportistas como espectadores. Los Juegos Olímpicos se han convertido en uno de los acontecimientos más deseados de nuestro tiempo. En los JJOO de Río’16 participaron 11.400 atletas de 205 países y se vendieron un total de 4,8 millones de entradas.
Carta Olímpica
Los primeros Juegos Olímpicos modernos se celebraron por primera vez en 1986 en Atenas, Grecia. Dos años antes, un 23 de junio, se constituía el COI (Comité Olímpico Internacional) con el fin de promover el olimpismo en el mundo y coordinar las actividades del Movimiento Olímpico.
Pierre de Coubertin (1863-1937) concibió esta idea y la llevó a cabo. Para este estudioso e investigador la educación, la enseñanza y la pedagogía permitirían construir una sociedad mejor, más sana, donde predominase la democracia y la paz.
Su interés en una reforma educativa hacia finales de 1889 tenía como motor el deporte. Quería mostrar a la sociedad de su tiempo la necesidad de implantar los ejercicios corporales y los juegos como parte de los contenidos escolares. Junto a otros estudiosos europeos, investigó y fundamentó esta reforma en todo lo aprendido en sus viajes por el mundo. La utilidad de la práctica deportiva en la formación del carácter era uno de los puntos clave para difundir sus múltiples potencialidades educativas.
La Carta Olímpica rige la organización, la acción y el funcionamiento del Movimiento Olímpico y fija las condiciones de la celebración de los Juegos Olímpicos. En ella se describen los 6 principios fundamentales del Olimpismo, los cuales, se entiende, fundan cualquier acción llevada a cabo por las instituciones deportivas. Pero, ¿es siempre así?
En realidad, el Movimiento Olímpico no tiene ninguna autoridad de tipo técnico sobre el deporte, esa tarea les corresponde a las federaciones internacionales y nacionales. El Olimpismo es una gran idea fundamentada en los grandes ejes del Derecho Natural como son:
- la igualdad de los hombres y mujeres
- la no discriminación
- la lucha contra cualquier tipo de abuso.
Principio 1
“El Olimpismo es una filosofía de la vida, que exalta y combina en un conjunto armónico las cualidades del cuerpo, la voluntad y el espíritu. Al asociar el deporte con la cultura y la formación, el Olimpismo se propone crear un estilo de vida basado en la alegría del esfuerzo, el valor educativo del buen ejemplo y el respeto por los principios éticos fundamentales universales.”
Hay que poner en la balanza los récords y resultados para observar cuanto es el equilibrio que mantienen con este principio. Si el sobreentrenamiento está justificado, o si el nivel de exigencia de un deporte se aleja del respeto por el cuerpo y la ética.
Principio 2
“El objetivo del Olimpismo es poner siempre el deporte al servicio del desarrollo armónico del hombre, con el fin de favorecer el establecimiento de una sociedad pacífica y comprometida con el mantenimiento de la dignidad humana.”
Como desarrollo armónico se entiende la integración de aquellas enseñanzas que potencian el desarrollo de las capacidades y habilidades motrices, profundizando en el significado que adquieren en el comportamiento humano, asumiendo actitudes, valores y normas relativas al cuerpo y al movimiento.
Principio 3
“El Movimiento Olímpico es la acción concertada, organizada, universal y permanente, ejercida bajo la autoridad suprema del COI, sobre todas las personas y entidades inspiradas por los valores del Olimpismo. Se extiende a los cinco continentes y alcanza su punto culminante en la reunión de los atletas del mundo en el gran festival del deporte que son los Juegos Olímpicos. Su símbolo está constituido por los cinco anillos entrelazados”.
Entender el deporte de la misma manera es difícil, cada persona lo vive según las experiencias que le hayan acompañado durante su carrera deportiva. Pero es responsabilidad individual reconocer el esfuerzo, las habilidades y el compromiso de cada atleta, independientemente del lugar del que venga o los resultados que obtenga.
Principio 4
“La práctica deportiva es un derecho humano. Toda persona debe tener la posibilidad de practicar deporte sin discriminación de ningún tipo y dentro del espíritu olímpico, que exige comprensión mutua, solidaridad y espíritu de amistad y de fair play. La organización, administración y gestión del deporte deben ser controladas por organizaciones deportivas independientes”.
Crear acceso al deporte es una tarea compleja sobre todo en determinados países donde hay leyes excluyentes por etnia, religión, género u orientación sexual. Sin embargo, hay grandes profesionales haciendo proyectos deportivos por todo el mundo, transformando la mirada de una sociedad poco flexible y ofreciendo una oportunidad de formación para la vida a través de la actividad deportiva.
Principio 5
“Cualquier forma de discriminación contra un país o una persona basada en consideraciones de raza, religión, política, sexo o de otro tipo es incompatible con la pertenencia al Movimiento Olímpico”.
Sin embargo, en junio de 2015, a las mujeres se les prohibió acudir como público a los partidos de la Liga Mundial de Voleibol masculino que se disputaron en Teherán.
Durante los Juegos Olímpicos de 1920, en Amberes, y 1924, en París, Alemania estuvo sancionada por el Tratado de Versalles y fue expulsada del Movimiento Olímpico, por lo que no tuvo participación en ambos JJOO.
La discriminación es una forma de castigo, la manera de enseñar con violencia lo que moralmente está permitido y lo que no. Seguro que hay otras fórmulas distintas, que potencien las virtudes y los valores educativos, alejándose así de aquello que incita al odio o al rechazo.
Principio 6
“La pertenencia al Movimiento Olímpico exige ajustarse a la Carta Olímpica y contar con el reconocimiento del COI”.
Por lo que cualquier país o deportista que no se rija por estos 6 principios y no siga lo establecido por el Movimiento Olímpico no podrá ser parte de esta comunidad internacional que es el Olimpismo. Países como Rusia, fue sancionado en 2019 sin poder tener representación en las grandes competiciones internacionales durante 4 años por haber violado las reglas antidopaje.
Conclusiones
Entender el deporte como ese espacio de salvaguardia de los deportistas, donde prime su seguridad y su equilibrio físico y mental implica la lucha contra cualquier tipo de violencia o abuso. En el Movimiento Olímpico no hay cabida para situaciones donde se vea vulnerada la integridad física e intelectual de la persona.
La Carta Olímpica refuerza el compromiso del respeto por los Principios Fundamentales del Olimpismo y, lo que es más significativo, por los convenios internacionales de los Derechos Humanos, a los que se refiere textualmente.
Sólo queda que cada federación se encargue de integrar estas ideas en sus políticas, que no ceda ante el dopaje ni exija a los/as deportistas más de lo que su cuerpo es capaz de soportar. Invitando a todos los dirigentes a que los intereses políticos no estén por encima de la dignidad humana.