La gimnasia estadounidense se ha convertido en algo más que perfección, piruetas y acrobacia

En mitad del tsunami de denuncias al que se ha enfrentado la USAG (Federación Estadounidense de Gimnasia) y el Comité Olímpico de Estados Unidos y en plena campaña de las víctimas para esclarecer los hechos sobre por qué el FBI ocultó las denuncias sobre Larry Nassar y no quiso seguir investigando a la Federación, la gimnasia artística universitaria estadounidense se ha convertido en algo más que piruetas, acrobacia, perfección, exigencia y alto rendimiento.

La NCAA (National Collegiate Athletic Association), y más concretamente algunos de los head coach de gimnasia artística de las universidades públicas más prestigiosas del país como: UCLA Universidad de Los Ángeles, OU Oklahoma University, LSU Universidad de Louisiana, UF Universidad de Florida, Arkansas University, Alabama University, Auburn, Utah o los Red Birds de la Universidad de Illionis, entre otras, han iniciado un proceso de reconstrucción de la gimnasia artística dotando al deporte y a sus gimnastas con voz propia.

En 2019 estalla este proceso de cambio, que sigue hoy día y del que estamos seguras de que irá a más, cuando el ejercicio de suelo de la maravillosa gimnasta Katelyn Ohashi (UCLA) se vuelve viral con más de 12 millones de visualizaciones en Twitter y gente que no había visto gimnasia en su vida o que únicamente conocía la cara B de este deporte, empieza a ver la gimnasia desde otro punto de vista.

Recuerdo que amigos y conocidos nos enviaban el video una y otra vez, preguntándonos si la conocíamos, que cómo era posible este tipo de gimnasia y siempre contestamos lo mismo: este tipo de gimnasia donde la deportista expresa su forma de ser, y su forma de ver el mundo solo es posible cuando un sistema o un reglamento permite que el deporte sea algo más que sudor, dolor y lágrimas, y sí, eso pasa en la NCAA estadounidense, un cambio que se ha ido venía forjando desde hace varios años.

Tras el parón del año 2020, la gimnasia artística universitaria volvió a revivir durante el año 2021 con figuras como Luisa Blanco (Alabama University) de origen colombiano que se convirtió en una de las mejores gimnastas del país, ganando el premio de Mejor Gimnasta del año de la Conferencia Sureste (SEC). Luisa ha querido expresar a través de su gimnasia y su ejercicio de suelo quién es y cómo se siente, para ello empezó a mezclar diferentes músicas con ritmo latino con las que se sentía completamente identificada, y con las que quiso reflejar esa vibra latina de la que se siente tan orgullosa y enseñar a otras niñas que ellas también pueden conseguirlo.

En un deporte donde la confianza es la base de todo (o casi todo) lo que se hace, y lo que te diferencia de ser él/la mejor es tan solo una centésima de punto, Savannah Schoenherr (Florida University) decidió quitarse de un plumazo el estigma que durante años le acompañó de “ser gay en un deporte considerado principalmente hetero” para volver a confiar en sí misma al 100%. Quiere utilizar su deporte como una plataforma para enseñar a generaciones futuras que “tienes que ser como realmente te sientes y que puedes expresar lo que amas sin miedo al rechazo o a que te juzguen”.

Megan Skaggs y Savannah Schoenherr Universidad de Florida durante una de las competiciones de la NCAA en 2021.
Fuente: www.alligatorarmy.com

En Julio de 2021, a tan solo escasas semanas de la mayor cita deportiva del mundo: los Juegos Olímpicos, por primera vez en la historia del deporte universitario de Estados Unidos, la Ley NIL (name, image and likeness) permite a todos los atletas de la NCAA poder lucrarse con una amplia variedad de negocios sin perder su elegibilidad. Hasta este año, los atletas nunca han podido generar ingresos a través de colaboraciones, promociones o publicidad, a pesar de que la industria del deporte universitario mueve millones de dólares en el país. Una simple colaboración con un medio o marca amenazaba la elegibilidad del deportista y le impedía acceder a las tan ansiadas becas universitarias. Han hecho falta 10 años de lucha y presiones políticas para que la Ley NIL cambie y sean los deportistas (además de las universidades) los que puedan elegir con qué proyectos o marcas se sienten más identificados y puedan conseguir ingresos con ellos.

En verano de 2021, con unos JJOO que parecían imposibles tan sólo un año atrás, se producen en todo el mundo un aluvión de titulares, entradas de blogs, post en Instagram y tik-tok sobre la salud mental gracias a Simone Biles, que se atreve a hablar de un tema tabú dentro del deporte de élite. Y en medio del caos, las críticas y la crisis generada por la COVID 19, aparece “Gold OVER AMERICA Tour” dirigido y producido por Valorie Kondos Field, ex-head Coach de la Universidad de Los Ángeles (UCLA) y una de las mayores defensoras del cambio dentro de la gimnasia universitaria estadounidense. El tour que años atrás gestionaba la USAG después de cada cita olímpica, quedó completamente al margen de este nuevo evento, única condición que puso Simone Biles para participar. El evento es una exhibición de gimnasia al más alto nivel, pero desde un punto de vista donde todas suman y nadie resta, con la peculiaridad de que han sido invitadas atletas de otras parte del mundo y también algunas que no consiguieron clasificarse para los juegos olímpicos pero que socialmente han iniciado un proceso de cambio que beneficia a las nuevas generaciones que practican este deporte. 

Gimnastas integrantes del Equipo Gold Over America Tour
Fuente: www.goldoveramericatour.com/goat

A pesar de que la NCAA tiene un reglamento que hay que cumplir a raja tabla, no olvidemos que es la Liga Universitaria más competitiva que existe, después de la élite, ha conseguido crear un entorno de confianza, al menos en algunos deportes y universidades, donde los deportistas se sienten libres de expresar y decir lo que sienten.

Sigue quedando mucho camino por recorrer, pero cambios como los mencionados arriba (entre muchos otros), han impulsado una transformación nunca vista hasta ahora dentro del deporte de Estados Unidos. El deporte ya no es solo un instrumento para obtener la perfección y el reconocimiento, es una manera de usar tu voz y decirle al mundo que hay diferentes formas de verlo y de entenderlo, donde todos y todas tienen cabida.

Universidad de Oklahoma y UCLA durante una competición en apoyo a las víctimas de abuso sexual por Larry Nassar (2018) – TOGETHER WE RISE (JUNTAS NOS LEVANTAMOS)
Fuente: Twitter UCLA