En el mundo del deporte, el término «burnout» ha cobrado cada vez más relevancia. Se trata de un síndrome que afecta a muchos atletas y que puede tener consecuencias devastadoras tanto a nivel físico como mental y emocional. Entender qué es el burnout, cómo se pone de manifiesto y qué acciones se pueden llevar a cabo para prevenirlo es crucial para cualquier deportista que desee mantener un rendimiento óptimo y una carrera longeva, segura y saludable.
¿Qué es el Burnout?
El burnout deportivo se define como un estado de agotamiento físico y emocional extremo, acompañado de una disminución del rendimiento y una pérdida de interés en la práctica deportiva. Según la psicóloga deportiva Lorena Cos «este agotamiento físico, emocional y mental nace como respuesta al estrés crónico que sufren muchos deportistas durante su carrera. En la mayoría de los casos este síndrome nace de una
mala gestión del estrés y una presión constante por rendir al máximo nivel».
Causas del Burnout
Las causas del burnout son multifactoriales y pueden variar de un atleta a otro.
Algunas de las más comunes incluyen:
> Entrenamiento excesivo: la sobrecarga de entrenamiento sin un control de la actividad deportiva y un descanso adecuado puede llevar al agotamiento extremo.
> Presión por el rendimiento: las expectativas del entorno del deportista pueden ser en algunas ocasiones abrumadoras. Debe haber siempre un equilibrio entre lo que quiere el/la deportista y las expectativas que su entorno espera. Siempre es necesario tener en cuenta la opinión de cada atleta y sus objetivos.
> Falta de equilibrio: incapacidad para equilibrar el deporte con otras áreas de la vida, como los estudios, el trabajo o las relaciones personales.
> Ambiente competitivo: un ambiente extremadamente competitivo puede aumentar el estrés y la ansiedad del deportista e influir de manera negativa sobre el rendimiento del deportista.
Consecuencias del burnout
El burnout no solo afecta al rendimiento deportivo, sino que también puede tener serias implicaciones en la vida diaria del atleta. Algunas de las consecuencias más comunes incluyen:
> Fatiga crónica: el agotamiento extremo puede llevar a una fatiga constante, incluso después de periodos de descanso. La psicóloga deportiva Teresa Álvarez explica que el burnout se puede identificar, en un primer momento, por una pérdida de energía, «te encuentras muy agotado, tanto físico como
mentalmente, te encuentras al límite». El siguiente paso es pasar por la despersonalización, actitudes y sentimientos negativos hacia los demás.
> Lesiones: la falta de descanso y la sobrecarga física aumentan el riesgo de lesiones que provocan una parada de ritmo e intensidad en la actividad física.
> Problemas de salud mental: la ansiedad, la depresión y la pérdida de motivación son comunes en atletas que sufren este síndrome.
> Bajo rendimiento: la falta de interés y el agotamiento físico tienen como consecuencia la disminución del rendimiento deportivo.
> Abandono del deporte: en casos severos, los atletas deciden abandonar el deporte por completo. Cómo prevenir el burnout
Cómo prevenir el burnout
Prevenir el burnout requiere una combinación de estrategias que promuevan el bienestar físico y mental del atleta. Algunas de las recomendaciones incluyen:
> Planificación del entrenamiento: asegurar una correcta periodización del entrenamiento que incluya descansos adecuados.
> Atención a la salud mental: Promover la salud mental mediante el acceso a psicólogos deportivos y el uso de técnicas de relajación. El papel de la psicología deportivo en la prevención es clave para enseñar a cada deportista donde están sus límites.
> Equilibrio en la vida: siempre se debe fomentar un equilibrio entre el deporte y otras actividades, asegurando tiempo para la familia, los amigos y los hobbies. Lorena Cos habla sobre como las profesiones “nos absorben hasta el punto de olvidarse que hay una persona que también necesita relacionarse, quererse y atenderse”. > Comunicación abierta: Mantener una comunicación abierta entre el atleta y su entorno es fundamental para identificar y abordar cualquier signo de estrés o agotamiento temprano y sus causas.
> Educación: educar y formar tanto al deportista como a todo su entorno deportivo sobre la importancia de realizar una práctica deportiva de forma segura y saludable. Entender y saber que no todos los deportistas, ni las
personas, tienen las mismas respuestas ante situaciones de estrés.
Deportistas y el burnout
En España, tenemos el ejemplo de Paula Badosa, número 8 del ranking mundial de tenis que dio visibilidad al gran peso de la salud mental en el deporte de élite al hablar de la depresión que había sufrido. “Para mí en aquel momento las expectativas eran muchas más que el nivel en el que estaba en ese momento. La presión me pudo, la ansiedad me superaba”, explicó en una entrevista para la cadena SER.
Otro caso fue el de Olatz Rodríguez, gimnasta española que se retiró en 2020 de la competición, con solo 17 años, por padecer una enfermedad a la que muchos se enfrentan: anorexia. “La gimnasia lo ha sido todo desde mi infancia, pero poquito a poco he ido aceptándolo y viéndolo como una buena decisión en realidad”.
En el plano internacional, Simone Biles, gimnasta estadounidense, abandonó la final por equipos en los JJOO de Tokio por no sentirse en condiciones mentales de afrontarla. “Cuando salgo ahí sola tengo que confrontar los demonios de mi cabeza”, manifestó.
Otro caso fue el de la tenista Naomi Osaka (Japón), quien anunció que la presión de estar en la élite podía con ella. Comenzó alejándose de la prensa primero y siguió con las pistas. “Nunca hubiera pensado que enfermaría mentalmente por un deporte que amaba tanto”.
Conclusión
El burnout deportivo es un problema real y serio que puede afectar a atletas de todos los niveles. Reconocer los signos y tomar medidas preventivas es esencial para asegurar la salud y el bienestar de los deportistas. Al fin y al cabo, el objetivo no es solo alcanzar el éxito en el deporte, sino también disfrutar de una carrera saludable y
gratificante.